La escasez de diésel continúa generando largas filas en surtidores del eje central de Bolivia, afectando gravemente al transporte pesado, a los buses interdepartamentales y a los sectores productivos. Choferes advierten con posibles medidas de presión si no se soluciona el problema.
Pese a que Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) aseguró que está cumpliendo con el 100% del volumen de distribución programado, persiste un déficit debido a la falta de divisas para importar mayores cantidades del carburante. “Estamos cumpliendo con el 100%, pero habría que tener una mayor cantidad de divisas para que vayan reduciendo mucho más rápido estas filas”, explicó Marcos Durán, director de Comercialización de Hidrocarburos de YPFB.
En Santa Cruz, numerosos camiones se encuentran detenidos por falta de combustible, lo que también preocupa a los productores que dependen del diésel para operar maquinaria agrícola. En tanto, los buses interdepartamentales han reducido hasta en un 50% sus operaciones, y algunos transportistas afirman que deben esperar hasta tres días para abastecerse.
La situación ha llevado a que una comitiva de choferes de La Paz viaje a Cochabamba para reunirse con la dirigencia nacional del sector y exigir un ampliado en el que se definan acciones frente al Gobierno. Mientras tanto, en ciudades como La Paz y Cochabamba también se reportan filas para conseguir gasolina, y varias estaciones han cerrado por desabastecimiento.
