Se acrecienta el conflicto por la sede y Presidencia de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia (APDHB). Mientras Amparo Carvajal se mantiene en la azotea del predio con el fin de recuperar el control de la infraestructura, el grupo afín al dirigente paralelo, Édgar Salazar, instaló un piquete de huelga de hambre exigiendo “diálogo”.
Ya son 10 días desde que Carvajal logró subir a la azotea del predio, mediante una escalera. La activista ha señalado en más de una ocasión que no dejará el lugar hasta recuperar el control de la Sede. En ese lugar se cobija de las inclemencias climáticas dentro de una carpa, reportó el portal Oxígeno.
Aunque inicialmente se negaba a recibir atención médica, en los últimos días el que sería su médico personal logró subir a la azotea – mediante otra escalera- para verificar el estado de salud de la activista de 84 años.
“No cuenta con los servicios básicos, vale decir, agua, (tampoco) tiene dónde hacer sus necesidades, usa pañales y estamos tratando de evitar que se nos complique con alguna otra infección”, dijo el médico Víctor López.
